- Área: 4000 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Juan Solano Ojasi
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Proveedores: Casa Rosselló
El COLEGIO LIMA VILLA explora la idea de la “casa patio” o vacio central, pero a una escala de carácter público. Si entendemos que el TIPO es una idea sin escala, forma o función específica, entonces una misma idea puede ser repetida independientemente de sus condiciones.
El terreno se ubica en medio de unos pantanos en los suburbios de la capital. La propuesta educativa busca que cada alumno reconozca sus habilidades y explore sus capacidades individuales y colectivas. Entendemos que existe una diferencia entre el conocimiento y el aprendizaje. El primero es información determinada, son datos que se transmiten en las aulas. Pero el aprendizaje es una experiencia dinámica que se da de manera espontanea. Es justamente en los corredores y en los espacios informales donde aparece la posibilidad del cuestionamiento. En la arquitectura griega, las Stoas eran espacios arquitectónicos, sin ningún uso pre-determinado, cubiertos y protegidos del sol y de la lluvia conformados mediante una sucesión de columnas. Era el lugar idóneo para la vida social informal, un lugar de reunión, conversación y diálogo. Se pretende reinterpretar esta condición.
Una planta cuadrada de 70m con un vacio central. Su periferia está definida por un edificio lineal que se compone de la repetición de una grilla estructural de 6m x 7m, que responde a la unidad mínima del aula. El patio tiene escala pública (50m x 35m) y contiene distintas capas donde se superponen una grilla de arboles, superficies y texturas. Estas generan nuevas diagonales de circulación alterna dentro del colegio. El perímetro del patio está dilatado a través de los espacios ambiguos del primer nivel donde los alumnos se reúnen informalmente. Se establece entonces un dialogo entre lo espacialmente definido y lo programáticamente indeterminado.
En el segundo nivel estos espacios informales están anexos a los corredores y no vinculados al patio. Estas circulaciones dejan de ser sólo espacios de transito y se convierten en espacios de estar que sirven a los alumnos para que la espontaneidad sea la manera correcta de ser utilizados.
La secuencia rítmica de las columnas en el primer nivel permite tener apoyos estructurales para apoyar una estructura simple de pórticos. A lo largo de los corredores el transito se hace lento y rápido en una misma dirección. Los alumnos pueden sentarse y tomar una pausa o simplemente pasar su tiempo libre.
Estos espacios permiten el ingreso de la luz y de la sombra a distintas horas del día, dinamizando el espacio interior aún más. Se trata de incorporar riqueza espacial a los corredores lineales que no cuenten con los espacios de estar. Una diagonal espacial que vincula el cielo con el suelo, haciendo constante el flujo de aire natural.
Las aulas típicas son simples, con especial énfasis en la ventilación natural y control solar para las condiciones de habitabilidad óptimas. Al evitar las rejas de cerramiento se logra un espacio semi-público al ingreso. El acceso pretende generar sorpresa al revelarse sólo cuando uno penetra en el edificio. Utiliza una escuadra compuesta entre el techo y el muro que nos ayuda a controlar el espacio interior formando un umbral entre el exterior y el interior. Los elementos perpendiculares a la transparencia del ingreso servirán como lienzos o murales donde los niños pueden intervenirlos libremente.